El fin de semana se conoció la triste noticia sobre el abandono de la vida terrenal de Corina Vocos, quien durante sus 98 años de existencia entre nosotros, nos demostró que los sueños pueden cumplirse y que la superación personal está en el interior de cada persona, para que en propia actitud pueda abonarla… empujarla, pensando en uno mismo, en los seres queridos y en la comunidad.
Corina, agradecida siempre a Dios, mostró abiertamente su espíritu y optimismo por la vida, virtudes que se les percibieron a flor de piel.
Mostrando sus trofeos, con orgullo e inmensa alegría decía “Participé de 7 mundiales y tengo 7 medallas. Tengo muchos premios y muchas felicitaciones”.
En 1978, ganó el mundial de Australia, en el 79 el de Francia, en 1980 obtuvo el de Estados Unidos, entre otros grandes laureles. Comenzó con la actividad gimnástica profesional a los 70 años, y tiempo antes, lo hizo de forma amateur. Las competencias en categoría “Veteranos” de las que participó en la Argentina, las ganó a todas.
Después, alejándose de las pistas de atletismo, Corina hizo un tiempo para actividades físicas en el Gimnasio Elite.
Bell Ville la homenajeó en vida en varias ocasiones y la última fue para el 9 de noviembre del año pasado, cuando llevando bien alta la Bandera Oficial de la Ciudad de Bell Ville, junto a otro atleta y ejemplo, Orlando Hugo Britos, iniciaron el tradicional desfile aniversario de nuestra población.
En la última competencia, le ganó a la muerte. Ésta, impiadosa, no pudo alcanzarla, porque su ejemplo, trayectoria y por sobre todo excelente ser humano, siguen vivos en el corazón de cada bellvillense y marcando el buen lugar a recorrer.
Corina dejó de correr, ya está en los brazos del Señor.